Se hace énfasis en que “pueden ser utilizados”, lo que quiere decir que no hay una certeza al 100% en cuanto a la identidad de una persona. De esta manera, se puede presumir que el firmante aprueba la información recogida en el mensaje de datos o documento electrónico.

Y como nos dice la definición, al poder utilizar cualquier medio electrónico disponible para identificar al firmante, se abre un abanico de opciones de medios para aplicar firma electrónica simple. A continuación, les mencionaré algunos ejemplos.

El primero que les traigo a colación es uno que usamos muy a menudo: el envío de correos electrónicos. Para utilizar los servicios de una plataforma de correos electrónicos gratuitos; primero tuvimos que crear nuestra cuenta, para ello completamos cierta información sobre nosotros, nuestro nombre y apellido, genero, edad, país, etc. Luego escogimos nuestra cuenta de correo que es en si el usuario y luego creamos una clave o contraseña para poder acceder a la plataforma desde cualquier dispositivo electrónico. Entonces, el uso de estas credenciales, el aceptar el uso y términos de condiciones hace que apliquemos modalidades de Firma Electrónica Simple, ya que a partir del momento en que ponemos nuestra contraseña, todos los mensajes de datos que enviemos, es decir los correos electrónicos, van a quedar vinculados al titular de la cuenta de correo. ¿Pero qué tan segura es esta identificación? Si ustedes reciben un correo de la cuenta carlos.aviles1956@gmail.com van a asumir que es Carlos Avilés quien les envió ese correo electrónico. Pero no necesariamente puede ser esa persona, ya que al igual que las cuentas de Facebook o Twitter entre otras, puede existir una falsedad. Hay más confianza en cuanto a la identidad del remitente, si el correo electrónico que reciban es de la dirección carlos.aviles@economia.gob.sv porque Carlos Avilés ya pasó un proceso de identificación y fue contratado a través de un proceso que realizó la Dirección de Talento Humano del Ministerio de Economía.

Otro ejemplo de firma simple es cuando utilizamos el servicio de banca en línea con instituciones financieras, que para acceder a este servicio tuvimos que haber creado todo el conjunto de validaciones que están detallados en los usos y términos de condiciones que establece cada entidad financiera. Ya habiendo ingresado al sistema, todas las transacciones que se hagan, como compras, pagos de servicios y transferencias bancarias estarán ligadas al titular de la cuenta. Es por ello, por lo que los bancos hacen énfasis que la clave o pin de su banca en línea y del pin para hacer transacciones en cajeros automáticos no se debe brindar a nadie.

También utilizamos Firma Electrónica Simple, cuando hacemos nuestra declaración de renta en línea, para ello previamente tuvimos que ir al Ministerio de Hacienda a solicitar los servicios en línea de la institución, nos identificamos, procedimos a crear un usuario y contraseña y aceptamos los términos y condiciones de la plataforma; y así ya no debemos de ir de manera presencial cada año a hacer filas y esperar horas para hacer nuestra declaración de renta, si no que a través de dicha plataforma digital, desde la comodidad de nuestra casa podemos hacer dicho trámite.

Como podemos observar, hemos venido utilizando Firma Electrónica Simple desde hace ya muchos años, aunque algunas formas con mayor o menor grado de certeza en cuanto a demostrar la identidad. En el caso de la Firma Electrónica Simple se abre un abanico de posibilidades en cuanto a su uso, todas las opciones van a depender de la preferencia o disponibilidad de la empresa o institución; lo que sí es seguro, es que sea cual fuere la opción, va a facilitar y agilizar los trámites o servicios ofrecidos, los tiempos se verán significativamente reducidos, va a incidir en una disminución significativa en el consumo de papel, beneficiando así al medio ambiente.